Mariano

No era resaca. Ayer no habia tomado. Era simplemente el cuerpo pasando factura. Con los años la percha se toma revancha, hasta los tangos lo dicen.Eran las dos de la tarde, quiza un poco mas, por que éste reloj de pared tiene la pila gastada. Como él. Mate si, pero las galletitas estan humedas, el resto de la comida de la rotiseria de anteayer parece basura fria y el mate amigo del paisano pobre, siempre es consuelo.Sera mate. El mate alarga las cosas, el cafe necesita o prisa o charla.
O bar.
Mirarse en el espejo no mejoro las cosas. Flaco si, pero esa panza redonda acusa que no solo de alcohol deberia vivir el cristiano.Y las bolsas en los ojos. Mas que bolsas, bolas.El pelo demasiado largo para estas epocas. Y canoso. No se como todavía se me pega alguna chichi. Es que la musica paga, piensa mirandose en el espejo, haciendo alguna morisqueta que no resulta comica, por que para ser comico tiene que haber otro.
Es como Santa Rita, la musica, digo. Lo que te da, por otro lado, te lo quita. O no seria la musica sino la noche. O la vida. Lo mas probable es que haya sido la vida.
Todo mal. El turco acaba de tener un hijo, y no sabia que él habia tenido dos, algun dia habia sido padre, dos veces. Dos veces, dos nenas. Dos asombros, dos trajes que le quedaban inmensos pero hermosos trajes al fin y al cabo.
Cuando lo fue a ver al sanatorio Mitre,(conocia a la jermu, una pibita como quince años mas joven que el turco, una paraguayita de asuncion que se queria comer al mundo a dentelladas, y habia empezado por comerse al Turco) ahí por Once, el turco se asombro de que supiera cargar a un crio. No solo habia cargado instrumentos. Tambien habia tenido dos hijas, le dijo al turco. Vos nunca hablas de eso, le dijo cuando lo acompaño a la puerta. Y que queres que te diga. Es como dicen de andar en bicicleta. Nunca se olvida.
EL turco se rio y le dijo, lo que nunca se olvida y es como andar en bicicleta es como coger , no como cuidar hijos.
Y eso fue ayer y nada hacia predecir. Pero nada. Nada hacia predecir que en ese mismo momento, cuando tomaba mate y recordaba el olor del bebe del turco (olor de colonia Jonson, de talco de bebe, de tibia carne del encuentro de un hijo de siriolibanes y una muchacha de estirpe guarani, destinada vaya saber a que destino) y tambien el olor de la Gabi y de Norma, que el dia que se fue, corria con un banderin de River, su club, por toda la casa gritando papapaaaaaaaaaaaaaa , mientras Beti lloraba agarrada a la G abi, como si el bebe fuera una madera en medio de un naufragio.
Y si uno es teleologico,puede pensar que estos signos son preparatorios para la urgente visita de Beti, que se agarraba de su cartera como si fuera una madera en medio de un naufragio y se tomaba el 37 para ir a buscar a Mariano a su departamento contrafrente de la zona de Congreso.

Mientras Beti sacaba el boleto en el 37, y Norma buscaba desesperadamente ver si era Alfredo el muchacho bello que lloraba en la torreta de agua, alli en Kandor,
Mariano miraba por la ventana que daba al foso de un edificio. Si se ponia en determinada posición podia ver la mesa del comedor de unos departamentos viejos cuyo frente daba a la calle lateral. A veces espiaba (no hay otra manera de decirlo) a un viejo solo que deambulaba de aca para alla, que leia el diario, que guisaba, o que desarmaba un pequeño paquete de rotiseria, tal vez una porcion de tarta, tal vez un zapallito relleno. Hasta podia verlo mirando la televisión con la comida puesta en un banquito, masticando rapido y tomando vino con soda
Se consolaba diciendo: Mariano te falta mucho para llegar ahi.
Y decia tambien, tengo que hacer algo.
Ese dia el viejo recibio visita, otro viejo. No podia distinguir bien que hacian, ni los gestos de la cara. La distancia no era tanta pero entre la disminución de la vista, la necesidad de no ser tan obvio en el espionaje y los vidrios, la lectura de lo que estaba pasando se hacia compleja.
Pero podria haber apostado su mejor instrumento (una lorwind skp) a que el viejo estaba feliz. Juntos parecian muchachos. Por ahí la felicidad es simplemente eso. Encontrar a un amigo, no estar tan boludamente solo todos los dias aunque a la noche no faltaran las giras por bares, las mujeres faciles, el faso de consuelo.
Habia visto morir o dañarse, como se daña un instrumento cuando se lo golpea, a los mejores musicos desconocidos de siempre.Al final siempre le pasaba lo mismo, empezaba mirando distraidamente al viejo y terminaba la oracion pensando en él mismo.
Y no queria eso para el. Queria ser el viejo con amigo, y no el viejo solo.Pensando en esto, pensando en por que se sentia tan para el orto con solo cuarenta y seis años que pesaban como el doble, pensando en el bebe del turco, escucho el timbre de calle y se alegro de tener, el , al igual que el viejo, oportunidad de una visita. Antes de atender, prendio la pava para hacer unos nescafe. Fuera quien fuera no iba a despreciar la oportunidad de sentirse,como el viejo, un muchacho.